17 de septiembre de 2009

Reflexiones bicicleteras


Revolución global


A título personal, creo que estamos viviendo un momento especial en lo que se refiere a la expansión del mundo de la bicicleta en nuestro país. Hasta no hace mucho podíamos comprobar como el éxito social y el enorme desarrollo vividos en España estaban vinculados a la adquisición de vehículos a motor para el transporte de mercancías y personas o simplemente para hacer explícito nuestro status social.


Afortunadamente esta tendencia está siendo modificada cada día en las mismas bases de las profundas estructuras sociales, bien por necesidad o por concienciación, pero lo importante es que se está produciendo.


Hoy día podemos ver claramente como se provocan estas modificaciones en las viejas costumbres de nuestra sociedad. El uso de la bicicleta en nuestras ciudades y campos se está realizando en un primer momento del cambio con la expresa finalidad de realizar algún tipo de ejercicio físico, sin más, pero ésta saludable e inocente actitud abre las puertas a una mayor concienciación colectiva sobre la utilidad y los posibles usos que de éste medio se pueden obtener.


Además de los efectos y hábitos saludables que el uso de la bicicleta genera en nuestro cuerpo y del posible ahorro energético con el conseguimiento beneficio y respeto medioambiental, el uso de éste medio modifica profundamente los puntos de vista y perspectivas del individuo sobre sí mismo y sobre el entorno que le rodea, estas perspectivas hoy día desafortunadamente desvirtuadas, generalizadas y aceptadas por la sociedad de forma inmediata y automática conforman la manera de entender el mundo. Unos breves ejemplos ayudarán a comprender lo que trato de explicar:


Hoy día el uso del coche, el tren de alta velocidad o los aviones, consiguen que podamos trasladarnos de forma rápida y eficaz a lo largo del globo en unos tiempos más que rápidos, aún diría que, excesivamente veloces para el cuerpo y la mente humana, ¿Por qué excesivamente?, -nos podemos preguntar-, porque a día de hoy realizamos éste traslado físico en el espacio desfigurando la dimensión espacio-temporal de aquellos lugares por los que nuestro cuerpo se desplaza, es decir, no tenemos ninguna relación con el entorno que dejamos atrás, vaciando, así, a la mínima expresión el medio natural, lo procesos culturales que se originan en el entorno y las distintas formas de vida desarrolladas por los distintos pueblos y culturas que en el espacio recorrido existen a pesar de que no las veamos.


Todo ello implica una fuerte reducción en la perspectiva global del individuo respecto de la tierra y de lo que en ella existe, y, de ésta manera también sufre una cierta modificación la conciencia colectiva sobre la concepción del tiempo requerido para efectuar los desplazamientos, disminuyendo de ésta forma la subjetivización del espacio y del tiempo y, por tanto, repercutiendo en una peor adaptación y control sobre estas variables desde una perspectiva más holística.


En un primer momento puede parecer banal la reflexión que intento desarrollar, pero vamos a intentar comprender cómo la perspectiva global espacio-tiempo ha ido transformándose a la misma velocidad que lo hacían los medios de transporte y la comunicación. Durante el último siglo la revolución del transporte ha sido exponencialmente mayor que toda la evolución alcanzada durante toda nuestra existencia. Esta modificación en las estructuras mentales y sociales condiciona y determina la percepción del individuo sobre sí mismo y la relación con el medio. Es por ello que la crítica que quiero realizar desde aquí verse sobre esa modificación de la conciencia colectiva generada en el individuo por la modificación en las variables espacio-temporales en las que inevitablemente vivimos y que, en la mayoría de los casos, son en nuestro perjuicio, debido principalmente a que nos son impuestas como parámetros en los que debemos subsistir sin plantearnos si éstas son, o no, las referencias más acordes y adecuadas para nuestro desarrollo vital.


Así, a través de un medio de locomoción respetuoso con esas variables como lo puede llegar a ser una inocente bicicleta es como, a través de la misma, podemos iniciar una pequeña y a la vez profunda modificación de esas deformadas estructuras mentales. La bicicleta en éste sentido funcionaría como corrector de la percepción mental del mundo, debido principalmente a la baja y acorde velocidad con la que se mueve. Ello nos permite tener un rápido contacto con el medio natural y cultural por el que transitamos. Llegando a modificar o corregir los elementos propios más profundos de la identidad del individuo generando con ello una revolución completa sobre éste y, así mismo, sobre el cuerpo social, provocando en la sociedad una nueva perspectiva social del mundo y sobre el propio ser individual.


Para intentar dar algo más de luz a la explicación vamos a imaginarnos una sencilla situación, imaginémonos que queremos realizar un viaje de larga distancia en bicicleta, pongamos por caso una distancia de unos 4000 km. para recorrerlas en bicicleta a una media de 50 km diarios necesitaríamos unos dos meses y medio aproximadamente para completar el recorrido. Ahora bien, si en lugar de la bicicleta tomásemos un avión la misma distancia sería recorrida en escasas tres horas. Es decir, la distancia recorrida en un día por la bicicleta la recorre el avión en escasos ¡2 minutos!. ¿Qué quiero decir con ello?, que la transformación y el desarrollo sufrido por y para el individuo durante esos dos meses y medio respecto del mundo que va conociendo y de sí mismo se anula cuando se lleva a cabo en un medio de transporte como el avión, por tanto, el uso continuado de éste medio de transporte, así como del automóvil, el ferrocarril o el barco, modifica profundamente las estructuras mentales de los individuos con la consiguiente pérdida del equilibrio en el sentido espacio-temporal del hombre respecto del planeta y de las distintas culturas que en él habitan.


No quiero aquí denostar los beneficios que éste medio de transporte ha generado en el desarrollo de la técnica y la comunicación pero sí quiero resaltar aquí la pérdida de cierto sentido “más original y primitivo” del hombre con respecto a la tierra y a su más acorde relación espacio-temporal con el mundo que le rodea y sobre las distintas personas que en él habitan y que, de manera casual, la bicicleta puede ayudar a que podamos recuperar, como si de una autocumplida utopía se tratase debido principalmente a su baja velocidad y sobre todo a que la energía necesaria para su movimiento proviene únicamente del esfuerzo del individuo. Completando de ésta forma una drástica reforma conceptual y filosófica respecto de las agresivas modificaciones sufridas en el individuo por parte de la razón tecnológica en relación a nuestro universo existencial. El individuo dejará, así, de concebir el mundo como un mero espacio en el que desarrollar sus actividades y pasará a comprender el medio en el que vive y se desarrolla como una serie de diferentes lugares cada uno con sus particularidades y sus contradicciones, de la misma forma que alcanzará otra perspectiva más enriquecedora y plena en cuanto a la alteridad y diversidad de ésta se refiere.


Resulta curioso observar como el uso de un medio de transporte como la bicicleta, que ya en su momento tuvo una gran importancia en el cambio de las perspectivas sociales del espacio-tiempo, pueda de nuevo, generar otra profunda modificación, en las mismas, decenios más tarde y sin apenas haber evolucionado en su básico concepto.


¡Saludos!


Eduardo.

15 comentarios:

Javier dijo...

Eduardo creo que tendrías que dormir más, jejeje. Estoy de acuerdo contigo en principio y tomando solo la bicicleta como medio de transporte y que la voy a usar para llegar de un punto a otro, al final lo que mas valoro y de lo que mejor recuerdo tengo es del trayecto, todo lo contrario de lo que me ocurriria si viajo en tren, coche o avión.
Ya una vez hace mucho escuche por la radio, no entiendo como el primer tren de alta veleocidad español va a sevilla, uno de los lugares a los que hay que ir despacio.

Jf dijo...

Recuerdo la primera ver que fui desde mi casa en Leganés a Villaviciosa en bici. En algo mas de una hora había recorrido el trayecto que separan ambas localidades sin darme cuenta, por caminos y apreciendo el entorno por donde pasaba(¡ya sé que muy bonito no es!). un trayecto que habia realizado en coche en ... 20 minutos, lo habia hecho en bici. Desde entonces empecé a apreciar mas mi entorno(¡ya se que no es bonito!) y en pensar en mejorarlo. Y todo comenzó, como tu dices, por hacer una actividad sana y deportiva. Creo que ese día, se produjo un cambio de mentalidad en mi.

Te hablaría de estudio socio-bicicletero que tengo de mi pueblo donde la gente se ha lanzado al uso del coche y ha abandonado caminos y lugares donde hace tiempo se ganaban la vida. Ya no se acuerdan del entorno.

JM Echeverría dijo...

Felicidades por el sesudo ensayo, en casi todo estoy de acuerdo con él. Pero me gustaría ser tan optimista como tú sobre el papel futuro de la bici. Podría ser un elemento más de un cambio global mucho más profundo. Si así fuera, ojalá, no sé si estaríamos dispuestos a asumir las renuncias que supondría. En cualquier caso, cualquier pequeña aportación es válida, incluso las reflexiones de un blog.
Te reitero mis felicitaciones

pablo.bk dijo...

Estoy de acuerdo con Alakan: Edu, deberías echar más horas de sueño.
Vaya, vaya, menuda reflexión has creado.
Yo, la verdad, no creo mucho en que nuestra querida máquina vaya a evolucionar como medio de transporte global.
Aunque seguirá siendo siempre nuestra querida amiga y compañera. La vida en general está montada de tal forma que es difícil que la bici sea un medio mayoritario. Lo seguirá siendo para unos pocos, cada vez más... Pero siempre para unos pocos.
Ojalá me equivoque!!!

Anónimo dijo...

Edu, muchas gracias por abrir al mundo estas reflexiones que tanto tiempo de meditación y de autoaprendizaje requiere llegar a ellas.

Me presento, soy Elena, una chica joven que lleva usando la bici por iniciativa propia desde hace mucho años, habiendo probado muchas de las maravillosas experiencias que te brinda la bicicleta.

Para mi es un medio de auto-transporte, experiencia personal satisfactoria en todos los sentidos y que se pasa por alto, medio de meditación, necesario y olvidado en los tiempos que corren ( nunca mejor dicho), medio de expresión, de socialización, de deporte, de espiritualidad, de diversión… y no terminaría de enumerar…..

Desde hace años me di cuenta de que todos los que se mueven en bici tienen un karma diferente, tienen mas armonía con ellos mismos.

Respecto a tus reflexiones.
Estoy de acuerdo que se esta produciendo un cambio en la sociedad en cuanto al uso de la bicicleta se refiere, no a la velocidad que nos gustaría, ni creo que se vaya a ser significativo ni sustitutivo de ningún otro vehiculo, pero si y siempre positivo.

Creo que la mayoría de las personas que comienzan a usar la bicicleta sufren un cambio muy importante en su percepción de la realidad y sobre todo de su propia realidad, respecto de la que nos impone la sociedad.
Es la relación individuo-espacio-tiempo con la bicicleta lo que genera ese cambio. Si!! El hecho de que sea saludable, sea deportivo y agradable son añadidos, pero lo realmente importante es esa relación de la que hablas. Creo que la velocidad de percepción del entorno cuando vas en bici es a la que en nuestros días estamos mentalmente preparados para absorber. Creo que por nuestra evolución mental, movernos a píe se nos ha quedado demasiado corto. Con las tecnologías de ahora nos hemos acostumbrado a recibir muchos mas estímulos y vivencias de las que puedes tener al moverte a pie. Pero creo que la velocidad de un coche o un avión o de Internet, rompe las barreras para las que esta preparada la mente humana.Se generan unos vacíos de información que nos rompen inconscientemente los esquemas naturales de percepción.

Creo que conceptualmente la velocidad en la que te mueves con la bici te da el equilibrio para pensar y hacerte consciente de todo lo que te va sucediendo.
Creo que esto es lo que le pasa a la mayoría de gente que comienza a utilizar la bicicleta como medio de desplazamiento, que encuentran ese equilibrio mental espacio temporal, que la nueva sociedad de la comunicación y de la alta velocidad nos quita.
Sin ir mas lejos, ayer mismo hablando con un compañero del trabajo, me pedía consejo para comprarse una bici mientras volvíamos a casa del trabajo en el tren. Este compañero se mueve por las principales capitales de moda y por tanto del capitalismo muy a menudo, viaja en avión, y cruza el mundo por trabajo para escasas horas.
Ayer viendo como partía de Chamartin un tren a París, ( viaje que hace a menudo en avión) me dijo, me gustaría subir a ese tren, y quedarme tranquilo viendo pasar el tiempo hasta llegar a París. vi en su cara esa necesidad de decelerar su ritmo de vida, de ser consciente de cada cosa que pasa y no dejar tantos huecos.

Y que casualidad que me estaba diciendo que se quería comprar una bici, para recuperar ese feeling que tenía cuando era nano.
Por cosas como esta creo que Edu puede estar en lo cierto y que si que se esté produciendo un cambio en la sociedad, pero también estoy de acuerdo en que es lento, y al alcance de unos pocos, solo para los que son sensibles a la vida.

Un abrazo, Edu, emocionada y encantada de leerte.

Eduardo dijo...

Hola a todos:

Lo primero deciros que me alegra mucho leer vuestros distintos comentarios y opiniones sobre un tema que tanto nos gusta y también que podamos abrir una ventana al debate o al diálogo sobre ello.

Alakán, Pablo, no os preocupéis por mis horas de sueño que están bien cubiertas, otra cosa no sé pero las horas de descanso son sacras.

Chema, JF gracias por vuestras palabras y espero que coincidamos pronto en alguna ruta bicicletera.

Elena, bienvenida, suscribo cada una de tus palabras y en éstas en especial:

"Desde hace años me di cuenta de que todos los que se mueven en bici tienen un karma diferente, tienen mas armonía con ellos mismos".

De nuevo gracias por tu comentario, es todo un verdadero placer poder leerte por aquí.

¡¡Un abrazo a todos!!

Anónimo dijo...

Hola.
Tengo la sensación de que alguien ha dicho que la bici es una mierda y tú la quieres defender con estas opiniones. Por partes:
-La bici es tecnología también y, si bien, sólo es necesario el esfuerzo humano para moverla, es necesario un esfuerzo energético de otro tipo para fabricarla (metales, plásticos, cauchos,agentes químicos,...)
-Los desplazamientos rápidos permiten conocer culturas y sitios a los que antes costaba llegar toda una vida: ya no es descabellado plantearse un viaje a Japón.
-Los descenders también usan la bici pero como medio para destrozar el bosque.
-No creo que la bici provoque el cambio de mentalidad, es el cambio de mentalidad el que te hace usar la bici.

Y más cosillas, pero es tarde. En fin, que estamos de acuerdo en lo básico, pero lo enfocamos de forma diferente.

Saludos

PD: lo de la concepción holística de la vida no lo pillo.

Eduardo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Eduardo dijo...

Hola:

Lo primero, encantado de leer tus opiniones que son muy bien recibidas principalmente por su aguda y sana crítica.

Bueno, únicamente me gustaría aclarar desde mi punto de vista algunas de las cosas que comentas. La primera que quiero mencionar es que para reflexionar sobre un tema, éste en concreto, creo que no es necesario que nadie halla "atacado" y por tanto no hay nada que “defender”, -no entiendo el origen de esas sensaciones de las que hablas-, aunque sobre el tema sí hay mucho para debatir, intercambiar y contraponer las distintas y diferentes ideas.

Segundo, quiero aclarar que el debate y el texto no giran en torno a sí la tecnología es mejor o peor, simplemente se trata de analizar los efectos que provoca ésta en la percepción individual y social respecto de ciertas variables ya mencionadas.

Tercero, la posibilidad de trasladarse a Japón de forma rápida es un importante logro para la comunicación y el transporte y una gran ventaja desde una perspectiva más utilitarista, pero en el debate que nos ocupa quiero diferenciar un aspecto interesante y muy relacionado con éste tema. Quiero distinguir entre las figuras del viajero y el turista. La básica diferencia creo que radica en que el viajero debe recorrer una serie de distintos lugares en los cuales tratará de comprender las particularidades y contradicciones de éstas para intentar alcanzar de forma satisfactoria su destino, provocando a través de éste acercamiento una profunda evolución en la percepción de sí mismo y del mundo debido a ese mayor y diverso contacto con las diferentes culturas por las que se desplaza. De diferente forma el turista que hace uso de esos desplazamientos rápidos, generalmente debido a la falta de tiempo, no alcanza a introducirse y profundizar de la misma manera que el viajero en la comprensión de la cultura de destino, por tanto, resulta más difícil que se produzcan en el individuo las modificaciones de las que hablamos. Podemos decir que el viajero cuando regresa a su lugar de origen no es la misma persona que cuando inició su viaje a diferencia del turista que no logra a alcanzar dicha evolución.

Cuarto, sobre la modalidad “descender” a la que te refieres, pues sí, estoy en parte de acuerdo contigo, estos erosionan más el terreno que otras modalidades pero no creo que sea muy significativo analizar aquí si erosionan más o menos que otro vehículo a motor por ejemplo, aunque entrando en el debate que propones y siendo un poco objetivos tampoco su importancia debería ir más allá puesto que la erosión que provocan estos es ínfima respecto de los fenómenos naturales que desde tiempos inmemoriales erosionan el medio natural.

Respecto de qué es aquello que primero provoca el cambio de mentalidad, pues me permitirás decirte que no estoy del todo de acuerdo contigo, puesto que para que exista un cambio de mentalidad o se produzca una reacción o efecto debe haberse producido antes una acción que actúe como precursor para que pueda generarse cualquier posible desencadenamiento. Así pues, me resulta difícil de comprender tu opinión si no existe una acción previa que genera o provoque esa modificación en la mentalidad del individuo.

Y, por último, decir que podría haber tomado cualquier otro medio de locomoción para su análisis pero, sencillamente, he tratado de iniciar mi reflexión a partir de los posibles cambios que puede provocar el uso de la bicicleta en los individuos.

P.d: Sin ningún tipo de acritud te recomiendo enfervorecidamente el uso del diccionario, no porque no quiera decirte qué significa la palabra holismo, sino sencillamente porque creo que el uso de éste es un sano ejercicio y una buena costumbre para un futuro y correcto aprendizaje de nuestro rico idioma.

Recibe un afectuoso saludo.

Y, una última cosa, no olvides firmar tus comentarios para que podamos llamarte por tu nombre o seudónimo.

calviniano dijo...

Joer Edu, vaya tocho que te has marcao. Así me gusta, que pienses.
Yo no sé si la bicicleta provoca un cambio en mi percepción espaciotemporal, de manera que el tiempo pasa más despacio y el espacio se hace más grande (es eso lo que quieres decir no?). Lo que sé es que me mola.
No tengo claro qué es antes: en algunas personas será el cambio de percepción por otros detonantes lo que hace valorar la bici y en otras personas será la bici el detonante que haga cambiar el modo de vida (o modus vivendi,que dirian los finos). Da igual. En mi caso fue el cambio de vida el que me hizo encontrar la bici, y otras cosas más. Pero repito, da igual, la cuestión es que disfrutamos con ella, unas veces bajando por un cortafuegos y otras veces recorriendo entera una comarca o un pais.
Bueno, creo que me estoy empezando a enrollar y seguramente no acabaré en ningún sitio, para variar.

saludos

Anónimo dijo...

Hola Edu.
Bueno, también sin acritud, por supuesto:

Primero: no tiene mayor explicación, el origen de las sensaciones no se puede explicar, simplemente tenía esa sensación (se puede explicar la sensación de miedo de una persona ante un ratón?). Si me dices que me equivoco te creo. De todas formas, era una manera de decir que empleas demasiados argumentos rebuscados para decir algo muy sencillo. Esto vuelve a ser una sensación, lo siento.

Segundo: vale.

Tercero: la diferencia entre viajero y turista es algo muy trillado ya. Pero clasificar entre viajero y turista en función del medio que se utilice es como mínimo aventurado. Reduciéndolo al absurdo lo más pureta sería desplazarse andando y descalzo. Pero como esto es una gilipollez (no tanto, algunos pueblos todavía están así), hablemos de los medios que nos afectan: el tipo que hace un viaje a Japón en avión y se queda ¿es un viajero o un turista?

Cuarto: vale.

Quinto: es exactamente como lo describes. Existe un detonante que provoca un cambio de mentalidad. Pero estarás conmigo en que la exclusiva de las detonaciones no la tiene la bici. Puede ser desde una crisis matrimonial, laboral, un accidente, o simplemente una conversación la que provoque un cambio en la concepción de las cosas y una ruptura con las creencias y bases anteriores y puede que una de sus consecuencias sea la de valorar la bicicleta y sus ventajas. También es cierto que puede ocurrir lo que tú dices: de repente un día pruebas la bici y eso provoca un cambio lento que va llenando otras facetas de la existencia.

Sexto: vale.

Séptimo: me parece muy bien que recomiendes el uso del diccionario. Yo lo uso a menudo, aunque no lo parezca, y sé lo que es el holismo y por eso no me pega que lo utilices, pero tus motivos tendrás, aunque no lo expliques. Yo además del diccionario recomiendo la consulta de las normas de ortografía y gramática de la Real Academia, que sirven para comunicarnos mejor y que no haya equívocos.

Por lo demás el blog es cojonudo.

Y con esto me despido.
Atentamente
Sebastián

pablo.bk dijo...

Edu, enhorabuena socio.
Has llegado a la meta con el final de tu carrera, la más difícil e importante de todas.
A partir de ahora hay que tratarte de SEÑOR!
Todo lo que te propones, lo consigues.
Todo un placer tenerte como amigo!

Eduardo dijo...

Hola:

Sebastián, es todo un placer leer tus comentarios que animan y completan el tema propuesto, muchas gracias por tus contribuciones al debate.

Pablo, siempre un gusto leerte amigo.

A todos, y de nuevo, muchas gracias por enriquecer éste blog con vuestras opiniones y comentarios.

¡Saludos!

Eduardo.

Juanma dijo...

Madre mía Edu, vaya pedazo de reflexion. Antes de nada enhorabuena por la carrera no ciclista que acabas de ganar!
Estoy de acuerdo contigo, con la bici he conseguido llegar a sitios que con ningún otro medio de transporte (exceptuando nuestras piernas) puede llegar. Además de la consecuente emoción por haber superado otro reto del que desconocías si eras o no capaz de lograr.
El uso de la bici, ya sea como medio de transporte o como herramienta de deporte, también nos hace ser más cívicos (por lo menos en mi caso): cuando ves a ciclistas rodando por las carreteras, les respetas más, saludas a todo el mundo que te cruzas en bici y te ofreces a prestar ayuda a cualquiera que veas parado el el camino. Eso me parece sencillamente genial.

Un abrazo máquina!!

pablo.bk dijo...

Eduuuuuuu! Ayer me encontré en la meta de la maratón de Córdoba con un conocido tuyo. Creo que se llama Xisco, gallego afincado en Málaga. Os conocisteis en el Soplao de este año. Muy majo. Se me acercó al verme el maillot de la Pedals.
Sobre la maratón ya haré la crónica, pero dura de cojones. Llegué a meta vacío y no se si me queda algo para los 88, jeje...